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#Coahuila. El éxito y el perro. Por Toño Zamora

Trizas y Trazos

Por Toño Zamora

“El Éxito no tiene que ver con lo que mucha gente se imagina. No se debe a los títulos nobles y académicos que tienes, ni a la sangre heredada o la escuela donde estudiaste…

No se debe a las dimensiones de tu casa o de cuantos carros quepan en tu cochera. No se trata si eres jefe o subordinado; o si eres miembro prominente de clubes sociales…

No se debe a la ropa, o si después de tu nombre pones las siglas deslumbrantes que definen tu status social…

El Éxito… Se debe a cuanta gente te sonríe, a cuantas gentes amas y cuantos admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu. Se trata de si te recuerdan cuando te vas…

Se refiere a cuanta gente ayudas, a cuanta evitas lastimar y si guardas o no rencor en tu corazón…

Es sobre si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso, si fuiste arrogante o humilde, soberbio o considerado, si fuiste exigente o tolerante…

Cierto día un señor va de cacería al África y se lleva su perrito… Un día en la expedición, el perrito, correteando mariposas se aleja del grupo, se extravía y comienza a vagar solo por la selva… En eso ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera… Al ver que la pantera sin duda se lo va a comer, piensa rápido qué hacer… Ve un montón de huesos de un animal muerto y empieza a mordisquearlos… Entonces, cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice en voz alta: ¡¡¡Ah!!!. ¡¡¡Qué rica pantera me acabo de comer!!! La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale despavorida pensando, dos puntos y aparte: ¡Quién sabe qué animal será ese, no me vaya a comer a mí también! Un mono que estaba trepado en un árbol cercano, que había visto y oído la escena, sale corriendo tras la pantera para contarle como la engañó el perrito… -Cómo serás de estúpida, esos huesos ya estaban ahí, además es un simple perro… El perrito alcanza a darse cuenta de la mala onda del mono… Después que el mono le cuenta la historia de lo que vio, la pantera, muy molesta, le dice al changuito maloso: -¡Súbete a mi espalda, vamos donde ese perro a ver quién se come a quién! Y salen corriendo a buscar al perrito… El perrito ve a lo lejos que viene nuevamente la pantera y esta vez con el mono alcahuete… ¿¿Y ahora qué hago ??, piensa asustado el perrito… Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto, y cuando la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito dice: ¡Mono hijo de su tal por cual!, hace como media hora que lo mandé a traerme otra pantera, y todavía no aparece…! Moraleja: En momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento… Procura ser tan imaginativo como el perro… Evita ser tan estúpido como la pantera… Pero nunca tan hijo de su …. y alcahuete como el mono

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