Mortero?! Por Amaury Alvarado

Las reuniones de El Mortero

Por

Amaury Alvarado

La maquinaria de Esteban se está afinando y, aunque no ha dejado de trabajar, la intensidad se incrementará muy pronto.

Una vez concluido su periodo al frente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Congreso del Estado, Esteba Villegas Villarreal, contrario a la lógica que supone el impasse posterior a la movilidad que mostró durante los últimos casi 12 meses, será mayor; pero ahora con una vasta operación política territorial en todo la entidad.

El 10 de agosto anterior, en un rancho próximo a la Colonia Hidalgo –El Mortero, se llama- se celebraron dos reuniones consecutivas en las que se constituyeron los dos equipos que iniciarán su operación a la brevedad. Hasta antes de estas reuniones, esfuerzos individuales ya se venían realizando; instruidos unos, de motu propio otros.

Posterior a la comida degustada, sencilla (taquiza), vinieron las intervenciones personales de los asistentes. Quejas y lamentaciones, señalamientos y hasta culpas repartieron por lo sucedido en la elección de 2016.

Cerró esa reunión Esteban, con una intervención cauta y madura. Asumió la responsabilidad total por cada uno de los errores que se hubiesen cometido y que motivaron el desplome de su campaña en aquel proceso. Para alguno de los asistentes, el discurso fue “echado para adelante”. El legislador oriundo de San Juan del Río exculpó a todos y a todas. Dijo que finalmente él había autorizado cada una de las acciones que se realizaron.

Los llamó a cerrar ese capítulo y abrir una nueva página en la historia que piensa escribir de frente al 2022.

En esa primera reunión, estuvieron personajes reconocidos por sus encargos, algunos y por su experiencia operativa otros más: Jaime Fernández Saracho, Ernesto Alanís, Héctor Vela Valenzuela, Arturo Kampfer, Sonia de la Garza, Ali Gamboa, Agni Otto, Eduardo Solís Nogueira, el ex Presidente Municipal de Hidalgo, Martín Atienzo y Manolo Ugarte, de San Bernardo, entre otros.

Aunque no está claro quién lo encabezará –pueden ser el Profr. Jaime Fernández Saracho o Ernesto Alanís- este grupo será el que tomé las decisiones primarias y defina las estrategias

que aterrizarán en un segundo grupo coordinado por Rafael Valentín Aragón, uno de los personajes más cercanos a Esteban junto con Ernesto Alanís.

Mientras que en otros frentes las luchas intestinas no les han permitido avanzar, vaya, ni ponerse de acuerdo, Esteban sigue tomando ventaja y no solo en posicionamiento. El trabajo en tierra es esencial rumbo al proceso. El puerta en puerta sigue vigente, las reuniones vecinales o domiciliarias igual. Los “amarres” con grupos específicos y representativos en los municipios vendrán y los acuerdos permitirán que la operación fluya.

La capital de Durango dejará de ser el foco principal de las actividades de Esteban. La vía de su representación no lo limita a determinado territorio –de hecho a nadie limita-. Pero, mientras todos los demás están enfrascados en las nominaciones para el proceso electivo intermedio federal, Villegas Villarreal tiene su visión bien definida.

Aunque para algunos reconocidos priistas Esteban debiera competir en el 2021, lo cierto es que en la primera de las reuniones citadas líneas arriba, la idea que permeó no es esa. La mira está muy enfocada en el 2022.

Dentro del priismo ¿qué pudiera jugarle en contra a Esteban? Algunos opinan que debiera ser contundente y decir desde ya que la buscará por el PRI. Porque, en la percepción, permanece la idea que se irá: o al PAN o a Morena. De hecho equiparan este hecho con la candidatura de José Antonio Meade en la elección Presidencial de 2018, cuando su filiación se ponía en entredicho y él no la precisaba con la misma intensidad que la duda sembrada.

Definir, dicen, sería un empuje fuerte entre las filas del abatido PRI y representaría un estímulo considerable. Las valoraciones tal vez están sobre la mesa, pero la definición en este sentido aún no se da.

Hay voces que afirman contundentes que Esteban será candidato a Diputado Federal por el Distrito 01, otros, más tibios, sienten que no debiera hacerlo; sin embargo, la coincidencia de fondo es que participar en el 2021 le sumaría, salvo un potencial descalabro.

Y es que esta posibilidad se enuncia a partir del candidato que Acción Nacional decidiera postular. El nombre que más aparece es el de Jaime Rivas Loaiza, ex Presidente Municipal de Tamazula, actual Secretario de Bienestar Social del gobierno de José Rosas Aispuro Torres y de amplia trayectoria dentro del mismo PRI. El segundo nombre que trabaja los municipios que componen esa jurisdicción electoral es Javier Castrellón; actual Secretario de Seguridad y operador del Programa Zafiro, estrategia que le posibilita amplia movilidad.

De la decisión y del empuje que le dieran al candidato de Acción Nacional dependería la viabilidad de triunfo de Esteban; por eso la valoración, suponen.

De una forma u otra, el de San Juan del Río ya está operando y, por la percepción, en términos generales, lo hace bien. El posicionamiento de Esteban ha ido de menos a más a

partir de septiembre de 2019. Justo al inicio de ejercicio como coordinador de la JUCOPO empezó el despliegue de su estrategia político-mediática.

Fue de los primeros en reaccionar frente a la pandemia y no solo con apoyos materiales, sino con manifestaciones públicas de solidaridad con el criticado y hasta agredido gremio de la salud. Tomó la delantera en medidas institucionales que protegerían a los trabajadores del Congreso y a los mismos legisladores y, ellos mismos, de todas las bancadas, se lo reconocen.

Vinieron los episodios que se sucedieron con la nominación del titular de la Entidad de Auditoria Superior del Estado la cual fue unánime y luego su inteligente escabullida a entregar más ayuda a los pobladores del medio rural cuando el episodio célebre del #LordHuevos. Intuyó que él era el objetivo de José Antonio Ochoa.

La búsqueda la empezó hace un año; la organización general específica está tomando forma. Su meta no será nada fácil bajo ninguna circunstancia o cualesquier definición.